La quinoa, que en Quechua significa «cereal madre» es realmente una semilla, originaria de los Andes, muy interesante para incorporar en nuestra alimentación diaria.

Propiedades

La primera propiedad que destaca en esta semilla es la proteína. La quinoa presenta hasta un 23% de proteína, mas que el trigo y no tiene gluten.

Rica en minerales, especialmente en hierro.

La quinoa viene cargada de oligoelementos y nutrientes, como el calcio, fósforo, magnesio y potasio y vitaminas, como la Vitamina B1, B2, B3, ácido fólico, Vitamina C y E.

Presenta carbohidratos de absorción lenta, con lo que contribuye a mantener los niveles de azúcar en sangre. Por si esto fuera poco tiene un índice glucémico bajo, lo que la convierte en apropiada para diabéticos.

La quinoa es rica en fibra y baja en calorías con lo que es recomendable también en aquellos que estén siguiendo una dieta de control de peso. Además, produce un efecto saciante.

Es de fácil digestión y está indicada tanto en niños como en ancianos.

Preparación

Podemos encontrar la quinoa en el mercado principalmente con tres presentaciones.

Quinoa hinchada.

Se puede tomar tal como viene, acompañando a alguna bebida vegetal, cereales, frutas y frutos secos. Especialmente indicada para desayunos y meriendas.

Semillas de quinoa.

Se usa para cocinar.

La quinoa necesita de quince a veinte minutos de cocción y el triple de cantidad de agua que de quinoa.

En el proceso de cocción la quinoa dobla su volumen.

Se puede usar como guarnición o en guisos, como el que hicimos la semana pasada.

Hay que lavar bien las semillas de quinoa antes de cocinarlas para eliminar las saponinas.

Harina de quinoa.

Indicada para mezclar con otras harinas para la elaboración tanto de panes como en la repostería.

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